Uno de los despilfarros públicos más asombrosos se encuentra en Valencia. Un total de 50 millones de euros fueron destinado para hacer una rotonda, con un mirador en el centro que lleva sin ser utilizado más de 11 años. La construcción fue llevada a cabo por el Gobierno de Aznar y el proyecto fue engordado por el equipo de Zapatero.
Un dinero público gastado sin sentido alguno, puesto que la rotonda situada en Valencia ha costado un total 50 millones de euros, entre accesos y más suplementos. Pero lo más grave es que en el centro de la rotonda hay un mirador, que costó 24 millones de euros, que todavía no se ha utilizado.
Tiene tres piscinas, tres fuentes, un pasillo subterráneo y un torreón con vistas al mar que no tenía ascensor, había que subir a pie y, como cuentan algunos de los afortunados que llegaron a la cima del edificio, "las visas no eran nada buenas". El Ayuntamiento de Valencia ha pedido ayuda al equipo de Fomento porque poner en marcha su reutilización supondría a las arcas públicas un total de 3 millones.