La llegada de los Reyes a Sanlúcar de Barrameda, Cádiz, ha dejado una de las imágenes más llamativas de la Casa Real. Los monarcas han bajado del barco, han inaugurado una placa en el pueblo y, tras hacer un saludo cordial a los centenares de asistentes, la reina ha decidido sorprender a todos.
Cuando parecía que Doña Letizia abandonaba la zona con su equipo de seguridad, la reina ha actuado por sus impulsos, se ha saltado el protocolo y se ha dirigido hacia la muchedumbre para saludar a los ciudadanos, hablar, reír, hacerse fotos e, incluso, dar abrazos.