Este es el final feliz de una historia que comenzó hace veinte años. Todo empezó cuando un turista americano compró unos viejos negativos de los años sesenta en el Mercat dels Encants de Barcelona. Al revelarlos en su casa de Estados Unidos descubrió unas fotos de extraordinaria calidad y de autor desconocido. Comenzó entonces una investigación que concluyó con un nombre: Milagros CATURLA, una exquisita fotógrafa que, sin embargo, nunca fue profesional. Ahora aquellos negativos han regresado para quedarse para siempre en Barcelona.