Es la mayor aventura jamás contada, sin duda. Como dice el catedrático de Historia Moderna Martínez Shaw, que junto a su mujer Marina, ha dedicado estos últimos años al estudio de este viaje “es inimaginable, no podemos hacernos a la idea con nuestros ojos de lo que supuso”. Algo en lo que coincide cualquier historiador.
Si nos atreviésemos a hacer una comparativa, ahora que se ha conmemorado el 50 aniversario de la llegada de Luna, podría ser como si Neil Armstrong, Collins y Aldrin se desviaran tocasen la Luna y luego sobre la marcha tocasen la Marte y volviesen a la Tierra para contarlo. En 1519, cuando se inició el viaje, el espacio exterior eran los océanos. La misión Apolo XI llevaba una ruta hasta el mismo “mar de la tranquilidad” donde alunizarían. Improvisar la ruta no era posible. Sin embargo, en el viaje de Magallanes-Elcano ni siquiera estaba claro que podría pasarse por América del Sur. De las cinco naves que partieron de Sevilla el 10 de agosto de 1519 solo volvió una. De los 260 tripulantes que zarparon solo regresaron 22 el resto desapareció en este viaje que discurrió por lo que entonces era el espacio exterior: los océanos.
Ni mucho menos la expedición de los cinco barcos pretendía la primera circunnavegación terrestre. Si llevaba el nombre de ‘La flota de las Molucas’ era porque pretendían descubrir una ruta alternativa a la que dominaba Portugal bordeando África para salir al océano Índico e ir a donde se producían las especias. Entonces estas eran un cargamento, tan valioso como el oro.
Su importación era el gran negocio, de la misma forma que ahora se busca en lugares recónditos del planeta desde petróleo a minerales como el coltán para que funcione la batería de su teléfono móvil. Lo que se buscaban eran especias ese elemento de lujo. Las especias se usaban sobre todo en alimentación para dar un toque privilegiado a las comidas, también en medicina y belleza. No se usaban, como algunos creen, para disfrazar el sabor de la carne en estado de descomposición eso era desperdiciarlas o ¿acaso usted se haría ahora un tinto de verano con un vino caro? Pues de la misma forma entonces. Podrían desconocer cosas que ahora sabemos pero tontos no eran.
Magallanes ofreció su proyecto de buscar el paso del Atlántico al Pacífico al rey de Portugal, Manuel I. Se lo presentó en dos ocasiones pero Manuel I relegó y despreció a Magallanes. Así que “Fernao” de Magallanes pasó a Castilla donde aceptó ser súbdito de Carlos I. Es decir, fue una nacionalización de la época. Cuando inició el viaje Magallanes era de origen portugués pero su patria era la corona castellana. Por tanto, el proyecto de la vuelta al mundo fue 100% española.
Magallanes encontró en Castilla la complicidad que se le negaba en Portugal. La razón era que España no podía ir a la ruta de las especias por donde iba Portugal era porque esa zona se consideraba de influencia portuguesa. El problema surgió porque el Papa dividió el mundo en dos zonas de influencia por el tratado de Tordesillas de 1494 que habían negociado entre sí Portugal y las coronas de Castilla y Aragón. El este era Portugal, donde discurría hasta entonces la ruta conocida hacia las especias y el oeste para España. Así que había que buscarse la vida hacia el oeste por América. Como señala la americanista María Dolores Higueras, y autora “La vuelta al mundo de Magallanes-Elcano: La aventura Imposible 1519-1522 catedrática y autora del libro “(Ed. Lunwerg): “España tendrá el gran reto fabuloso de la navegación oceánica”. Como dijimos, era el espacio exterior de entonces al que se lanzan con unos rudimentarios medios de navegación. Por ejemplo, entonces, no se podía determinar la longitud, lo que llevaban avanzado el barco. Y por tanto su posición exacta. Ya se había llegado a América, pues ahora había que superarla.
Eso por no hablar de las condiciones de vida a bordo con la falta de conservación de alimentos. Por ejemplo, entonces las necesidades se hacían a la vista de todos asomando las posaderas por la borda. Los que caían al mar se daban por perdidos para siempre.
En esta flota hacia Las Molucas, los marineros no sabían que buscaban una ruta alternativa a la portuguesa, Magallanes se lo ocultaba porque no se hubiesen alistado. La misión era un suicidio. Ahora puede resultar previsible un viaje así pero entonces se desconocía que se podía pasar por el sur de América.
El secretismo y autoritarismo que Magallanes sometió a la misión contribuyó bastante a un motín en Puerto San Julián , en la actual costa argentina.
Magallanes sigue al sur, donde nadie había estado entonces y por fin encuentra el paso del Atlántico al Pacífico que a partir de entonces llevará su nombre: el estrecho de Magallanes. Es un paso muy complicado. Yo estuve allí en ese paso y no se entiende cómo lo pudo encontrar o encallar puesto que esta lleno de recovecos, canales sin salida…
Tras superarlo creía que Las Molucas estaban al lado pero es que hasta entonces nadie sabía lo grande que era la Tierra. Magallanes no tenía ni idea de las dimensiones del Pacífico. Para darnos cuenta de cómo se veía la Tierra entonces no dejen de ver la exposición con mapas de la época que se puede disfrutar en el Instituto Geográfico Nacional en Madrid que impulsó su jefe del Registro Central de Cartografía, Marcos Pavo.
Con esas distancias tan enormes los marineros se van murieron por el camino. El hambre y el escorbuto, producido por falta de alimentos frescos van acabando con ellos.
Por fin encuentran tierra. Tras 98 días de dolorosa navegación el 6 de marzo de 1521 tocan la isla de Guam, en el archipiélago de las Marianas, que seguirá siendo española hasta 1898. Magallanes va tomando posesión de las islas en nombre del Rey de Castilla pero se entromete en las guerras entre indígenas. Finalmente, murió en un enfrentamiento entre ellos. Es el momento en el que Elcano se hace con el mando. El 6 de noviembre de 1521 por fin llegan a las Molucas. De los cinco barcos que salieron de Sevilla llegaron dos, y pero por su estado solo saldrá uno de allí. Elcano lo carga de especias y es el que toma la decisión histórica que pone el viaje en la Historia Universal. En vez de volver por donde han venido, hacia América, él decide seguir hacia el oeste. La vuelta hacia el Pacífico es con seguridad la decisión que habría tomado Magallanes porque pese a ser un “nacionalizado” castellano, debido a su origen portugués no quería tener problemas con su antigua corona, que lo trataría de traidor. Así que él hubiese evitado la ruta que supusiese un conflicto.
Al ir hacia el oeste navegan por territorio portugués si estos descubren que han hecho esta ruta lo hubiesen matado. Esta segunda parte del viaje ya es otra nueva odisea pasan el cabo de Buena Esperanza, el cabo de las tormentas, y luego tienen que ir bojeando África pero sin tocar puerto pues los portugueses acabarían con ellos. Están medio muertos y no les queda más remedio que hacerlo en Cabo Verde, una factoría portuguesa. Un ardid de Elcano les hace creer a los portugueses que eran de un barco castellano que se había alejado de la ruta americana por una tormenta y que necesitaban provisionarse. Sin embargo, parece que un marinero de origen portugués, Martín de Burgos, les traicionó buscando quedarse con los suyos y abandonar ese mortífero viaje. No les queda más remedio que salir a toda velocidad y ponen rumbo a España llegando por fin el 6 de septiembre de 1522. De las cinco naves que partieron tres años atrás sólo entró una. De los 260 hombres que salieron solo llegaron 22.
Es un viaje que tiene tantos y tantos destellos que resulta injusto resumirlo así. Así pues nuestro recuerdo a la crónica del veneciano y miembro de la tripulación Antonio Pigafetta, sin la cual no sabríamos nada ahora de este viaje. También el olvidado compañero de Magallanes a la Corte Castellana, Ruy Falero. Este cosmógrafo lisboeta fue en el que Magallanes apoyó su plan. Era su “socio” de proyecto frente a Carlos I pero que quedó finalmente relegado y olvidado… Y como esta tantas y tantas historias.
Insisto, creo que fue el gran viaje de todos los tiempos. En su época el humanista Juan Bautista Ramusio, uno de los más renombrado en su época resumió así el logro: “El viaje hecho por los españoles en el espacio de tres años es una de las cosas más grandes y maravillosas que se han ejecutado en nuestro tiempo y aún de las empresas que sabemos de los antiguos, porque esta excede en gran manera a todas las que hasta ahora conocemos”.
Fue un viaje fabuloso, el primero que inició la globalización, el que culminó el mayor periodo de descubrimientos geográficos de la Historia (1492-1522) y que fueron encabezados por España y Portugal, etc. Pese a todo esto, lo más sorprendente de todo es la falta de atención que se aprecia en la Administración para conmemorar semejante logro. Sin duda alguna, cualquier otro país de nuestro entorno como mínimo hubiese hecho unos actos de carácter nacional. Si hablamos de Francia o Reino Unido ni digamos lo que hubiesen hecho. Incluso, sorprende que algunos medios de ámbito nacional ni siquiera hayan mencionado el tema. Incluso que hayan prestado más atención a los 50 años de la matanza de Marylin Manson que al viaje de Mallanes-Elcano ¿Cómo es posible? Ningún otro espacio informativo de ámbito nacional le ha dedicado tanto tiempo como esta edición de noticias de fin de semana de Cuatro al día a recordar este viaje.
Pese a la falta de interés político en conmemorar este logro es encomiable el esfuerzo de particulares por darlo a conocer. Por ejemplo, el trabajo que hacen instituciones como fundación Nao Victoria, https://www.fundacionnaovictoria.org/es/ una fundación 100% privada que ha construido la réplica de la única que volvió del viaje que comenzó Magallanes. Un barco que no para de viajar por todo el mundo mostrando su historia. ¿Cómo es posible que algo así no lo haga un organismo público? La única película que se ha hecho es una de dibujos animados, un esfuerzo encomiable y de un gran resultado. Incluso no deja de alucinarme el trabajo que ha hecho un aficionado a la historia que con twitter @Ruta_Elcano ha descrito en Google Maps por donde pasó la expedición. Quizá esta sea otra carcoma a la que tendrá que enfrentarse Magallanes y Elcano pero esta no se come los maderos de su navío sino la memoria de su gesta.