‘Cuatro al día’ ha hablado de la precariedad laboral que ha llevado a muchos trabajadores infectados de coronavirus a ir a trabajar, por miedo a cogerse una baja y perder el empleo. La crisis del COVID-19 no sólo ha afectado a la salud de los españoles, también a su economía y el miedo a quedarse sin ingresos puede ser un peligro para la contención de la pandemia.
En este caso no ha sido el empleado – que debe saber que, en caso de dar positivo en coronavirus, está cubierto y protegido por el Estado – el irresponsable, sino un directivo. Una trabajadora le comunicaba a su jefe que se encontraba mal del estómago pero, al no tener fiebre, éste le decía que “se tomara algo” y fuera a trabajar. Cuatro al día recuerda que, aunque la fiebre se uno de los síntomas más significativos del SARS-COV-2, la diarrea también puede serlo y, por lo tanto, hay que tomar precauciones, como las que pretendía tomar la trabajadora: ir al médico.
El pasado mes de mayo, la directora del departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), María Neira, advirtió en rueda de prensa de un probable rebrote de coronavirus en otoño y aconsejó a las empresas que algunas prácticas que, hasta hora, eran comunes y aumentaban la productividad, deberán cambiar radicalmente:
“Resulta fundamental mantener el lavado de manos, la higiene respiratoria y que, a partir de ahora, cuando alguien tenga gripe se quede en casa porque "hasta la llegada del COVID-19 estaba bien visto ir a trabajar con gripe porque parecías un buen trabajador", dijo, pero ya no será así, pues que un infectado acuda con normalidad a su puesto de trabajo puede ser un importante foco de contagio.