El perder la mitad de diputados y senadores puede suponer entrar en bancarrota para el Partido Popular. La formación va a pasar de ganar 11,8 millones de euros en las elecciones del 2016, a ni siquiera 7 millones de euros en las actuales. Los gastos del partido en personal, créditos, y en sedes son cuantiosos, y los populares se pueden ver abocados a vender su famoso ‘buque insignia’ que es su sede en Génova 13.