Mientras la lava que emana del volcán de la Palma aumenta su caudal y amenaza cada vez más viviendas y negocios tras la ruptura del cono principal, la gran cantidad de ceniza también comienza a hacer estragos.
Un equipo de ‘Cuatro al día’ se ha desplazado hasta el municipio de Los Llanos donde los operarios de limpieza y vecinos se apresuran a quitar la ceniza acumulada en el alcantarillado para evitar la pasta que se formaría en caso de lluvia, y que provocaría graves inundaciones.
“Si no desatascamos ahora las alcantarillas y quitamos la ceniza, se llueve, se acumula el agua, no filtra y entraría en casa y negocios”, asegura uno de los operarios. “En todas las alcantarillas hay ceniza, en algunos 5 centímetros, en otras llega hasta 10”, continúa.
El manto negro de ceniza del volcán cubre casas, jardines, calles, carreteras y cultivos de toda la isla de La Palma. Además, la ceniza acumulada en los tejados también podría provocar algún derrumbe en caso de lluvia y de la formación de esa pasta pesada.