Las tumbas de dictadores en Madrid
Leónidas Trujillo, Ante Pavelic, Fulgencio Batista, también en Madrid
A los periodistas nos suelen poner trabas para no poder contarle las cosas que suceden. Nuestra profesión es la única en la que si, por ejemplo, vamos a una manifestación nos pueden escupir, golpear o vaciar una botella de alcohol, sin que pasa absolutamente nada. Están las ruedas de prensa sin preguntas (¿por qué seguimos yendo y no nos envían la declaración por email? ¿Vamos para hacer bulto para parezca una rueda de prensa? ) y un largo etcétera que no se puede imaginar. Pero lo que me sucedió con este reportaje no me había sucedido nunca por curioso: me prohibieron grabar una fachada. No era un centro de seguridad nacional ni nada por el estilo. Era un cementerio.
No era cualquiera sino el de El Pardo donde reposarán los restos de Franco. El motivo era grabar la tumba del que será uno de los “compañeros” de su camposanto. Hablamos de Leónidas Trujillo, el dictador durante tres décadas de la República Dominicana. Está enterrado en el mismo cementerio de El Pardo a pocos metros donde irá el cuerpo de Franco. No sólo eso, recorriendo otros cementerios de Madrid nos hemos encontrando con los restos de otros dictadores. Uno de ellos de los más sanguinarios que superó las atrocidades de Hitler.
MÁS
Sigamos por el cementerio de El Pardo. Gestionamos con el Ayuntamiento de Madrid, propietario del camposanto, el permiso para poder entrar con la cámara y grabar algunos planos. No nos ponen ningún problema para ejercer nuestro trabajo, que no es otro que el de ser “borrador de la Historia”. Realmente los cementerios son un gran libro de Historia. La sorpresa fue cuando al llegar al cementerio nos encontramos con un par de furgonetas de Policía. Un inspector amablemente nos dice que no podemos tomar imágenes. Le enseñamos el permiso del Ayuntamiento de Madrid, incluso un operario del cementerio le enseña cordialmente en su teléfono que efectivamente cuentan con la aprobación del propietario del cementerio para grabar. Nada la negativa del agente es firme. Órdenes de Presidencia del Gobierno, comentan. Llamo a varias veces al Ministerio de Presidencia pero tampoco aclaran nada. A esto los periodistas también estamos acostumbrados el que te marean sin que te digan “sí”, con lo cual es un “no” pero así te hacen perder mucho tiempo. Por no irme de vacío le comento al policía: “Bueno, puedo al menos grabar la fachada del cementerio. Más que nada para ver que he estado aquí”. El inspector se retira hace unas llamadas y me dice cordialmente que las órdenes son que tampoco puedo grabar la fachada. “¿No puedo grabar la tapia del cementerio?”, replico. La respuesta es no.
Desconozco los motivos por los que puede molestar al Gobierno que grabe la tumba de Leónidas Trujillo en el cementerio donde irá Franco. Ignoro el sustento legal para hacerlo (y eso que me doctoré en Derecho de la Información). Lo más absurdo de la historia es que si no querían que grabásemos la tumba del dictador dominicano al final las imágenes son accesibles. Hay hasta un libro sobre las tumbas de Trujillo con imágenes, un vecino de El Pardo también advirtió tiempo atrás la coincidencia de que Franco fuese al cementerio donde está Trujillo y grabó la tumba con su móvil, etc. Así que ahí las tienen en este vídeo.
Todo esto se lo cuento para que muchas veces detrás de cada imagen de un reportaje hay un largo trabajo que ni siquiera sirve para nada.
Pero el de Trujillo no es el único dictador inhumado en nuestro país. De hecho, localizamos en otro cementerio de Madrid, el de San Isidro, al más cruel de todos los dictadores fascistas. Sus sádicos métodos de exterminio incluían el empalamiento de niños. Si todos los problemas que ha sufrido Europa han tenido su origen en los ultra nacionalistas, Ante Pavelic es el que mejor lo representa todo ese odio contra el diferente. Gracias al apoyo de alemanes e italianos se erigió en 1941 en el dictador de Croacia. En los cuatro años que aguantó el poder exterminó a más de un millón de judíos, serbios y gitanos. Creó el primer campo de concentración sólo para niños, etc. Tras acabar la Guerra Mundial, huyó a varios países y encontró refugio en la España de Franco donde encontró trabajo, murió y se le enterró. De todas las tumbas y panteones que veo alrededor, la de Pavelic es la más visitada: flores frescas, velas, banderas no le faltan. Me pregunto si conocen su historia….
Sigo pateándome el cementerio y curiosamente a pocos metros de Pavelic está enterrado Fulgencio Batista con su mujer e hijos. A diferencia de la de Pavelic, la tumba del dictador cubano de la década de los 50 no parece ser visitada. Algún periódico mencionó que el dictador venezolano durante la década de los 50 del SXX Marcos Pérez Jiménez estaba enterrado también aquí. Pero no es cierto, en el cementerio de San Isidro no lo vi. ¿Pudiera ser que estuviera en el cementerio de al lado: el de San Justo? Por más que busqué tampoco. Finalmente di con su lápida en otro cementerio en Alcobendas, al norte de Madrid,. Está enterrado junto a su mujer. Para más detalles sobre el tema tienen el vídeo y para más cosas pueden contactar con nosotros en denuncia@cuatro.com