Las dos okupas que provocaron una gran indignación al sociales al subir un vídeo en sus redes sociales bailando y mofándose junto a las cenizas del difunto propietario, han abandonado la casa.
Lejos de dejar la casa en un estado optimo, las okupas han dejado el domicilio unas condiciones inhumanas. Han roto los muebles y la suciedad lo cubre todo. “Hay muchísima suciedad, de hecho, ha tenido que venir una empresa a tirar toda la cocina abajo”, asegura Isabel Fernández, sobrina del difunto propietario.
Las okupas no han devuelto a la familia muchos de los objetos personales, al daño psicológico se le suma, además, el material. “Llevamos 2.000 euros solo para poder sanear la vivienda”, comenta Isabel.