Tras conocer el caso de un okupa de una vivienda de Villaviciosa de Odón que había sido espía de la KGB, los propietarios consiguieron que el hombre se comprometiese a abandonar la casa el miércoles.
Pero lejos de irse, el okupa ruso tuvo que ser hospitalizado tras golpearse en la cabeza y que los propietarios escuchasen el fuerte golpe en la habitación que okupa. “Ahora se hace el pobrecito”, dice la dueña de la casa mientras servicios sanitarios y Guardia Civil le desalojaban.
Ahora, el okupa descansa en su cuarto okupado convaleciente y los propietarios ya no saben qué hacer. Un equipo de ‘Cuatro al día’ ha vuelto a hablar con Eladio y María, propietarios de la vivienda que han mostrado su desesperación.