El Mobile World Congress, afectado por la inestabilidad política de Cataluña
108.000 visitantes, más de 2.500 empresas y un impacto económico que este año alcanzó los 500 millones de euros. Son las cifras último congreso mundial de móviles, la mayor feria internacional de nuestro país, cuyos organizadores, reconocen estar preocupados por la situación política de Cataluña. El congreso tiene contrato con Barcelona hasta el año 2023, pero la organización podría haber llegado a plantearse, según El Confidencial, retrasar la edición de 2018 prevista para la última semana de febrero. El clima de preocupación por el proceso secesionista no afecta solo a las grandes inversiones, llega también a negocios mucho más pequeños que están viendo como las decisiones de compra se retrasan hasta que se aclare la situación política. Y los que siguen viendo a clientes asustados son trabajadores de las sucursales bancarias de provincias limítrofes con Cataluña, como Vinaroz en Castellón, donde casi dos semanas después del referéndum no dejan de llegar ahorradores para trasladar su dinero. Algunas de las oficinas bancarias reconocen que han tenido que reforzar su personal por el aumento de clientes de las últimas semanas.