Este nuevo sistema molecular, que no es una nueva forma de vida, sugiere que los científicos que buscan vida más allá de la Tierra pueden necesitar repensar lo que están buscando. La investigación aparece en la edición del jueves de la revista Science.
El ADN es una molécula compleja que almacena y transmite información genética, se transmite de padres a hijos en todos los organismos vivos de la Tierra, y sus componentes incluyen cuatro ingredientes clave llamados nucleótidos, todos estándares para la vida tal como la conocemos. Pero, ¿qué pasa con la vida en otros mundos?
"La detección de vida es un objetivo cada vez más importante de las misiones de ciencia planetaria de la NASA, y este nuevo trabajo nos ayudará a desarrollar instrumentos y experimentos efectivos que ampliarán el alcance de lo que buscamos", dijo Lori Glaze, director en funciones de la División de Ciencia Planetaria de la NASA. Una forma de imaginar los tipos de estructuras extrañas encontradas en otros mundos es tratar de crear algo extraño en la Tierra.
Un equipo de investigadores, dirigido por Steven Benner en la Fundación para la Evolución Molecular Aplicada en Alachua, Florida, logró con éxito la fabricación de un nuevo sistema molecular informativo que es como el ADN, excepto en un área clave: la nueva molécula tiene ocho ingredientes informativos en lugar de cuatro.
El ADN sintético incluye los cuatro nucleótidos presentes en la vida de la Tierra (adenina, citosina, guanina y timina), pero también otros cuatro que imitan las estructuras de los ingredientes informativos en el ADN regular. El resultado es una estructura de doble hélice que puede almacenar y transferir información.
El equipo de Benner, que colaboró con los laboratorios de la Universidad de Texas en Austin, la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana en Indianápolis y DNA Software en Ann Arbor, Michigan, bautizó su creación como "hachimoji" ADN (del japonés "hachi", que significa "ocho, "y" moji, "que significa" letra "). El ADN de Hachimoji cumple con todos los requisitos estructurales que permiten que nuestro ADN almacene, transmita y evolucione información en sistemas vivos.
"Al analizar cuidadosamente los roles de forma, tamaño y estructura en el ADN de hachimoji, este trabajo amplía nuestra comprensión de los tipos de moléculas que podrían almacenar información en la vida extraterrestre en mundos alienígenas", dijo Benner.
Los científicos tienen mucho más que hacer sobre la cuestión de qué otros sistemas genéticos podrían servir de base para la vida, y dónde podrían encontrarse esos organismos exóticos. Sin embargo, este estudio abre la puerta a una mayor investigación sobre las formas en que la vida podría estructurarse en entornos que consideramos inhóspitos, pero que podrían estar llenos de formas de vida que aún no hemos imaginado.
"Incorporar una comprensión más amplia de lo que es posible en nuestro diseño de instrumentos y conceptos de misión resultará en una búsqueda más inclusiva y, por lo tanto, más efectiva para la vida más allá de la Tierra", dijo Mary Voytek, científica senior de Astrobiología en la sede de la NASA.
Uno de los objetivos de la NASA es buscar vida en otros planetas como Marte, donde alguna vez hubo agua que fluye y una atmósfera espesa, o lunas del sistema solar exterior como Europa y Encélado, donde vastos océanos de agua se agitan bajo gruesas capas de hielo. ¿Qué pasa si la vida en esos mundos no usa nuestro ADN? ¿Cómo podríamos reconocerlo? Este nuevo ADN puede ser la clave para responder estas preguntas y muchas más.