Con un nudo en la garganta, Ángeles ha llamado a Cuatro al día para denunciar la muerte de su marido, que tenía 76 años y se infectó de coronavirus. Ella misma ha asegurado que llamó 31 veces a emergencias para evitar, precisamente, este triste desenlace:
“Llame hasta 31 veces y me lo cogieron cuatro. En todas, les expliqué que mi marido era hipertenso y que tenía problemas de corazón. Que yo estaba infectada. Que él se metió en la cama y que no comía. Me dijeron que eso no era un síntoma de COVID-19 y que le diera paracetamol. Cuando llegamos al hospital, cuatro días después, tenía un pulmón destrozado y del otro solo le quedaba medio”.