Después de más de un mes escuchando ecos de esta noticia en las ruedas de prensa de Fernando Simón, por fin se ha confirmado. Los españoles podremos dejar de usar la mascarilla en los espacios exteriores el próximo sábado 26 de junio, como ya ocurre en países muy cercanos como Francia y el peñón de Gibraltar.
Con una gran sonrisa en la cara, como la que podremos identificar en el resto de la gente por la calle cuando vayamos sin mascarilla, Pedro Sánchez ha anunciado la eliminación de la obligatoriedad de llevar la prenda higiénica que, desde mayo del 2020, nos ha protegido contra el covid19.
Sin embargo, el Gobierno también ha apelado a la responsabilidad individual de los ciudadanos para que ellos mismos, con su propia lógica, decidan ponerse la prenda tapabocas cuando crean que están en una situación de peligro de contagio, como puede ser una fiesta multitudinaria, un concierto o una manifestación, aunque estén teniendo lugar en plena calle.
La medida liberatoria llega tras el avanzado proceso del plan de vacunación, pues pronto se comenzará a llamar a la población comprendida entre los 30 a 39 años para que se inyecten el suero. Si seguimos así, quizá podamos llegar pronto a la situación de Israel, donde ya no se tiene que usar la mascarilla tampoco en los interiores.