Quien fuera su pareja está a punto de salir de la cárcel y ella no puede evitar el miedo. Silvia sufrió la violencia machista, maltrato físico y psicológico, agresiones sexuales. Él fue condenado a nueve años y, en este tiempo, ha tenido varios permisos en los que ha roto 14 pulseras telemáticas que le impedían acercarse a Silvia.
Ella nos cuenta que ha tenido que escapar hasta en cinco ocasiones, ha cambiado cinco veces de pueblo y por fin ha encontrado un lugar donde los vecinos le apoyan. Ahora pide que que le dejen entrar con su perra asistencial en todos sitios porque sin ella no tiene ni la seguridad ni la fortaleza para afrontar su día a día.