Lo que más ha llamado la atención de la mansión del expresidente Victor Yanukóvich es el oro: en relojes, candelabros y hasta en grifos.
El exceso y el culto a la personalidad son elementos clave en las mansiones de líderes y dictadores, como el matrimonio Chauchescu, omnipresentes en pinturas, jarrones y cofres que guardaban en su opulenta mansión, ubicada en un país sumido en la pobreza.
O el caso de los miles de zapatos de la filipina Imelda Marcos, que contrastaban con las humildes sandalias que solían calzar los habitantes de su país.