El que fuera presentador de La mañanas de cuatro y de las noticias en la misma cadena, ha recordado que, todas las historias terribles que estamos oyendo en cuanto a lo que ocurre en los hospitales a causa del COVID-19, son una “consecuencia directa” de las decisiones políticas del pasado: “Esto nos pasa por la tijera que se ha metido a las residencias y a la sanidad, especialmente en Madrid; cosa que yo he denunciado durante 10 años”.
Su compañero de tertulia, Vicente Gil, no ha estado de acuerdo con el pues, según su punto de vista, es el “gobierno actual el que tiene que gestionar esta crisis” de principio a fin, y le ha acusado de seguir “un argumentario político”. Javier no se lo ha querido consentir: “Diez años de trabajo me abalan. Yo no sigo el argumentario de nadie”.