Éste es relato que Gerardo ha hecho sobre el pasado sábado 16 de febrero: "Lo primero, decir que la comida estaba muy rica y que el trato fue muy bueno. Después de comer, mi mujer y yo nos fuimos a nuestro hotel en Valencia y, como a la hora, ella empezó a sentir naúseas y a vomitar. Como a los 20 minutos, me pasó lo mismo a mí pero nos tomamos un antiácido y nos recuperamos con normalidad".
Gerardo ha dicho que, tanto su mujer como él son médicos y no entienden que una mala ingesta de setas haya podido tener un final "tan trágico". De hecho, no han pensado en denunciar y, si sanidad aclara lo que ha ocurrido, no tendrían "ningún problema de volver al restaurante".