Esperan a "La Bestia" a un lado de la vía. El tren pasa como un relámpago. Y ellas -con gesto veloz- lanzan sus bolsas con comida, agua y ropa a los hambrientos migrantes, que tratan -como pueden- de atrapar los víveres. Son Las Patronas, una veintena de mujeres mexicanas, siempre fieles a su cita. Cada día desde hace 23 años.