Decenas de activistas ambientales han protestado de manera pacífica ante la sede de dos de los principales bancos en Suiza.
Les acusan de participar en la catástrofe climática mundial.
Vestidos de blanco, se encadenaron en la entrada de los bancos para impedir la entrada de los empleados. La policía detuvo a más de 60.
Los ecologistas exigen que los bancos dejen de financiar los combustibles fósiles y les piden que reduzcan los vuelos de sus directivos para ayudar a frenar el cambio climático.