La pregunta que las personas nos hacemos es: ¿Y cómo logró hacerlo? El joven cogió la consola y, en vez de ir directamente a pagarla, se acercó al departamento de frutas y verduras dónde pesó el objeto, generando para él un código de barras que le asignaba un precio de 9,29. Después se acercó a una caja autoservicio (donde es el propio cliente el que se escanea la compra) y utilizó el código de barras que había generado en el puesto de frutas y verduras.
Su estrategia dio resultado, pero, cuando volvió al día siguiente para intentarlo, las autoridades policiales lo detuvieron, tal y como recoge 'L'est Républicain'.