Más de mil personas fueron detenidas el pasado sábado en Moscú cuando salieron a las calles a protestar para pedir unas elecciones libres en los próximos comicios locales que se celebrarán en septiembre. Entre las causas, la Comisión Electoral ha rechazado todas las candidaturas de los opositores a Putin, alegando que la mayoría de los avales presentados por estos candidatos son firmas que de personas que no existen. Por el momento dicha Comisión electoral solo ha registrado como válidas las candidaturas que están respaldadas por el partido de Vladimir Putin.
Las manifestaciones no habían sido autorizadas, así que la policía comenzó a realizar arrestos masivos, algunos incluso antes de que comenzasen las protestas en las sedes de los candidatos opositores. Quien esta vez no fue detenido fue el principal líder opositor, Alexéi Navalni, porque desde hace cuatro días está en la cárcel cumpliendo una pena de 30 días por llamamientos a participar en la manifestación de ayer. Así que la policía detuvo a Liubov Sobol, mano derecha de Navalni, en el partido opositor.
Mientras tanto, Putin, se aislaba de las protestas a 50 metros de profundidad en un batiscafo, para visitar los restos de un submarino ruso hundido en el Golfo de Finlandia durante la Segunda Guerra Mundial. Hoy, el Presidente ruso, ya en la superficie y en San Pertesburgo, sin hacer mención alguna a lo acontecido ayer en Moscú, ha presidido los actos de celebración del 350 aniversario de la marina rusa en la que ha desplegado más de 4.000 militares, junto con 43 buques y submarinos y 41 aeronaves.