El líder del Partido del Brexit, Nigel Farage, ha defendido a su compañera de agrupación, Ann Widdecombe, quien declaró que la ciencia "encontraría una respuesta" a la homosexualidad.
Así, el político refrendó las polémicas palabras de la recientemente elegida como parlamentaria europea asegurando que ella "tendrá puntos de vista sobre el aborto y la homosexualidad que serán muy diferentes a las que tendrán otros".
Además, también aseguró en la televisión británica, tal y como informa el diario The Independent, que estas son "cuestiones de conciencia" y no de "líderes políticos".
Las declaraciones de la política británica en una entrevista para Sky News encendieron rápidamente la polémica en el Reino Unido. Además de lo anteriormente apuntado, aseguró también que, defendiendo la postura contraria a sus declaraciones, se está "negando a la gente que está confundida o descontenta con su sexualidad la posibilidad que actualmente estamos ofreciendo a la gente que se quiere cambiar de sexo".
A raíz de esta controvertida comparación entre conversión de sexo y sexualidad, otros políticos de las islas como el laborista como Luke Pollard aseguró en Twitter que estaba "amargamente avergonzado de ser representado por esta malvada mujer. Ser gay no es una enfermedad que pueda ser curada".
Sin embargo, no solo disienten con el Partido Laborista, sino también con el Conservador, ya que Farage se desvía de la línea marcada por el actual Gobierno, hasta ahora liderado por Theresa May. Estos habían abogado por erradicar estas terapias de conversión para homosexuales, que la propia expresidenta calificaba de "aberrantes".
Esta polémica ha coincidido, además, con la reciente publicación de unas encuestas electorales realizadas por Opinium para el diario Observer en las que el Partido del Brexit aparecía como líder en votos.
De esta manera, los militantes del partido de Farage aunaban el 26 por ciento del voto, mientras laboristas y conservadores quedarían claramente por detrás con un 22 y un 17, respectivamente, según informaba The Guardian.
Otras encuestas, sin embargo, colocaban a los Liberales Demócratas en cabeza. En cualquier caso, lo que ambas revelan es la caída de los dos principales partidos británicos como consecuencia de su indefinición en torno al Brexit.