El gobierno español ha tomado la decisión de acoger a los migrantes del Aquarius, el barco que transporta a 629 personas y navega a la deriva. El alcalde de Valencia, Joan Ribó se ofrece a acoger a todos ellos y sobre todo a los 123 menores que están a bordo del buque. Tienen agua y comida para unas horas y muchas preguntas que se han quedado sin respuesta tras el cierre de los puertos italianos.