Según informa BBC Mundo, los robos se produjeron mediante la petición de tres créditos que sumaban los 1.000 millones de dólares a los bancos Banca de Economii, Unibank y Banca Sociala. Los destinatarios de esos préstamos nunca aparecieron y el dinero se desvaneció.
Una vez que se conoció la noticia del dinero desparecido el estado tuvo que rescatar a las entidades inyectándoles 870 millones de dólares, para evitar la quiebra de las mismas o una fuga de capitales.
La fiscalía de Moldavia, en colaboración con varias empresas como la consultora Kroll, está investigando los hechos. Un informe emitido por la consultora implica a Ilan Shor, uno de los grandes empresarios del país, como uno de los máximos beneficiarios de los movimientos de dinero que tuvieron lugar en los bancos.
El informe explica que el grupo empresarial de Shor se hizo con el control de las tres entidades entre 2012 y 2014 para después realizarse préstamos a sí mismo.
El robo ha dejado tocada a la economía del país. Su deuda, después de tener que rescatar a las tres entidades, asciende a 1.700 millones de dólares y su moneda ha perdido un 42% de su valor desde noviembre.