El petrolero británico asaltado en Ormuz por las tropas iraníes sigue retenido y este va a ser el primer gran conflicto que tenga que gestionar el nuevo primer ministro británico que conoceremos pasado mañana tras las elecciones primarias entre los conservadores y que posiblemente sea el poco diplomático Boris Jhonsson.
El gobierno de Theresa May intenta reducir la tensión en Irán mientras miembros del equipo de Boris Jhonsson lo acusan de no haber sabido proteger los barcos británicos y de haber desestimado la ayuda de los Estados unidos en el estrecho.
También se va a enfrentar a una segunda crisis, la provocada por la rebelión interna por parte de los europeistas de su gobierno, dos de los principales ministros actuales el de finanzas y el de justicia han anunciado que dimitirán cuando se produzca el relevo del mando de los conservadores.