Cientos de ciudadanos se han concentrado frente al senado italiano, en Roma, para protestar contra la última ley aprobada por el ministro del Interior, Matteo Salvini, por la cual aquellos barcos que sean sospechosos de rescatar inmigrantes o favorecer su entrada clandestina en el país podrán ser multados con hasta un millón de euros.
La medida indica que Salvini podrá limitar y prohibir la entrada, el tránsito y las paradas de barcos que favorezcan la inmigración clandestina en aguas italianas. La infracción de esta norma puede suponer una multa de entre 150.000 y un millón de euros y la incautación y venta de la nave.