En un puerto de Malta, en un puerto seguro. Es donde desembarcaban anoche los 65 migrantes que fueron rescatados por una embarcación humanitaria alemana. Algunos de ellos tuvieron que ser tratados por los médicos en el propio barco, mientras Italia les negaba tomar tierra en el país.
El pasado sábado, el barco humanitario Alan Kurdi tuvo que cambiar su rumbo después de haber recibido un decreto del Ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, en el que se le prohibía atracar en la isla de Lampedusa. Así que pusieron rumbo a Malta.
Además, Matteo Salvini ha impuesto una multa de hasta 50.000 euros a quien viole la norma de intentar ingresar en aguas italianas sin permiso. Lo explicaba uno de los voluntarios: "En una hora aproximadamente, el barco llegará desde Italia y se llevará a todo el mundo a Malta".
Y así llegaban a tierra los 65 inmigrantes. De ellos, la mayoría, 39 eran menores.
Malta les ha permitido desembarcar a cambio serán distribuidos por Europa. Desde la organización piden ayuda de inmediato para acabar con un problema que sigue sin resolverse y que le cuesta la vida a miles de personas en el Mediterráneo.