Es una de las víctimas rescatadas en los incendios de Australia, una zarigüeya. Ha sufrido quemaduras y no puede comer sola. Un zorro volador, también entre toallas, fue salvado tras resultar herido, o un koala, que respira con una mascarilla de oxígeno. Estos últimos son los más vulnerables. La vida de los koalas transcurre durmiendo 18 horas al día agarrados a las ramas de los árboles y cuando se mueven esta es la máxima velocidad que alcanzan sobre el suelo, así que huir de un incendio casi no es una opción.
Juzguen los movimientos de uno de sus ejemplares. No hubiera logrado sobrevivir de no ser por la intervención de esta mujer que le envolvió con su camiseta, cuando ya agonizaba por las quemaduras ocasionadas por las brasas. Muchos de los koalas que han sido rescatados tendrán que ser eutanasiados, otros no podrán volver a vivir en libertad. Cientos de ellos han muerto desde el mes de julio, cuando empezaron los incendios
El fuego ha arrasado ya más de un millón de hectáreas en los estados más afectados, Queensland y Nueva Gales del Sur, al este del país. La escasa humedad no ayuda. A finales del mes pasado este grupo de emús llegaban a esta ciudad buscando agua, que no encuentran en su hábitat debido a la sequía. Tampoco facilitan la extinción de los fuegos las altas temperaturas, que superan los 40 grados.
Hay más de un centenar de focos activos y otros nuevos han prendido en los últimos días al sureste del país. De momento los incendios han dejado 6 personas fallecidas y ha destruido 600 viviendas. Y eso que el verano australiano no comienza hasta la próxima semana. Según los expertos esto solo acaba de empezar.