Su padre reestructuró la línea sucesoria para nombrarle su heredero y eso se le nota. El príncipe saudí ha llegado a España con la autoconfianza del que se sabe epicentro del poder del régimen saudí. Él es el baluarte de la nueva generación saudí, la que que se moderniza para encontrar alternativas a una economía basada en el petróleo pero mantiene la estructura profunda de un régimen retrógrado.