Un año más, la Guardia Real británica ha vuelto a navegar por el río Támesis para realizar un recuento y análisis de los cisnes que habitan en el mismo, por orden de la Casa Real. Esta tradición lleva realizándose desde el siglo XII, cuando estas aves eran todo un manjar para los nobles y la aristocracia. No obstante, ahora comprueban el bienestar de los cisnes, que además pertenecen a la Familia Real británica.