Un nuevo tiroteo en Estados Unidos se ha saldado con cuatro muertos. El escenario ha sido la mayor residencia de veteranos de guerra del país, en California, y el atacante, Albert Wond, un exsoldado que había servido en Oriente Próximo y, que a principios de semana, fue expulsado del centro. Padecía estrés postraumático. El viernes entró con un rifle semiautomático y secuestró durante ocho horas a tres trabajadoras y después de matarlas se suicidó. Según el Departamento de Asuntos de los Veteranos, alrededor de un millón exsoldados estadounidenses sufre algún tipo de trastorno de estrés postraumático.