El incendio, que solo está controlado en un 34 por ciento, es ahora el más grande del estado con 81.000 hectáreas de extensión, el equivalente a dos terceras partes de la ciudad de Los Ángeles. Es ahora más grande que el letal incendio de Carr, todavía activo, que ha costado la vida la semana pasada a seis personas y destruyó más de 1.500 hogares.
Ambas áreas permanecen ahora bajo una "advertencia de bandera roja" emitida por el Servicio Meteorológico Nacional por vientos fuertes, baja humedad relativa y temperaturas que superan los 32º, todas las condiciones que pueden impulsar el crecimiento de los incendios forestales.