La situación de los miles de migrantes que tratan de entrar en Estados Unidos por la frontera sur a través de México es cada vez más complicada. El acuerdo entre López Obrador y Donald Trump ha aumentado la presión y el control sobre los inmigrantes ilegales.

Actualmente, unos, tras ser interceptados y devueltos,

esperan en un limbo legal en México una respuesta a su solicitud de asilo que generalmente dura como poco varios meses.

Mientras, otros también esperan, pero en una situación aun peor, porque han sido separados de sus familiares por las autoridades fronterizas mientras esperan respuestas a sus solicitudes.

En cuanto a los que aún no han llegado a la frontera, se sienten hostigados por la Guardia Nacional mexicana, que ha sido movilizada para contener a los migrantes tras las amenazas de sanciones comerciales de Trump a México.

Donald Trump aseguró México ha estado haciendo un muy buen trabajo en los últimos cuatro días. "No lo han hecho en 25 años, pero están ahora haciendo un muy buen trabajo" comentó.

Los migrantes que deseen atravesar México deben disponer de un visado humanitario, que se les otorga cunado cruzan la frontera. Si son detenidos sin él serán deportados a sus países de origen

Y si la situación ahora es complicada, la semana que viene será aún peor, porque Trump ha prometido empezar a expulsar a millones de migrantes indocumentados. "Comenzaremos la próxima semana y cuando la gente venga a nuestro país y entren ilegalmente, tienen que irse", aseguró el mandatario.

Se estima que en Estados Unidos hay un total de 12 millones de indocumentados. Cientos de miles de inmigrantes han llegado en los últimos meses a Estados Unidos en un flujo sin precedentes en la última década. Solo en el pasado mes de mayo detuvo en su frontera sur a más de 132.000 migrantes.