Los centros de detención para migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México son una "bomba de relojería" según reconocen inspectores del Gobierno federal que han visitado estas instalaciones. Los técnicos denuncian el gravísimo hacinamiento de estos centros así como la falta de salubridad de los mismos.
El documento incluye imágenes en las que pueden verse mujeres y niños en celdas abarrotadas en las que casi no se puede sentar por falta de espacio. También se denuncia la falta de servicios sanitarios.