Los bomberos australianos aprovechan un descenso de las temperaturas en el sureste del país para controlar el más de centenar de incendios que arden en esa zona, tras una jornada de intenso calor y fuertes vientos que provocaron la fusión de varios fuegos. Un bombero murió ayer mientras luchaba contra un incendio en el estado de Victoria. Anoche, la Ópera de Sidney se iluminaba así para rendir homenaje a todos los que combaten estos incendios. Esta última muerte eleva a 28 las personas fallecidas por los incendios desde octubre.