El brasileño Patrick Nogueira ha vuelto al lugar del crimen: la casa de Pioz, en Guadalajara, donde mató a sus tíos y a sus primos, de uno y cuatro años, el pasado mes de agosto. En la reconstrucción llama la atención su extrema frialdad al reponder a las preguntas del juez e investigadores. En la cocina acabó con la vida de su tía y sus dos primos, pero dice no recordar cómo lo hizo. El asesino confeso descuartizó a las víctimas y esa noche durmió en la casa. Después huyó precipitadamente a Brasil, donde se entregó a la policía. Los cuerpos de las cuatro víctimas fueron hallados un mes después.