A medida que la temperatura aumenta, los microorganismos descomponen la materia orgánica del suelo y liberan así gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso. Estos son los datos que revelan el estudio dirigido por Merritt Turetsky, de la Universidad de Guelph (Ontario, Canaá), y publicado por la revista Nature.
El aumento de la temperatura está influyendo en el permafrost, lo que altera paisajes que tardaron millones de años en formarse. Miriam Jones, coautora del informe, ha explicado que esta situación está provocando que los ecosistemas forestales dejen lugar a lagos de deshielo o a humedales, alterando el hábitat de la vida silvestre, tal y como recoge 'RT'.
Por otra parte, este proceso también está liberalizado el metano, un gas que tiene un efecto invernadero mucho más fuerte que el dióxido de carbono. "Estamos viendo a este gigante dormido despertarse justo frente a nuestros ojos. Está ocurriendo más rápido de lo que nadie predijo", ha asegurado Turetsky.Ha añadido que aunque la "abrupta descongelación afecta a menos del 20 % de la región del permafrost", las "emisiones de carbono de esta región relativamente pequeña tienen el potencial de duplicar la retroalimentación climática asociada".