En España, el debate de la eutanasia lo abrió Ramón Campedro. Ahora en Francia, 22 años después, es es un hombre de 57 años, Alain cocq, el que ha abierto de nuevo un intenso y dramático debate sobre la necesidad de regular la eutanasia.
Ante la negativa de Macron a hacerlo, este vecino de Dijon, enfermo desde hace 34 años y ya postrado desde hace dos, ha decidido desde hoy dejar de alimentarse y recibir medicamentos hasta su muerte.
Así, Alain Cocq se ha despertado esta mañana con buen humor a pesar de que ha empezado la cuenta atrás hacía su muerte. "Paren las oraciones fúnebres. Aún no estoy muerto", rezaba su mensaje en Facebook, lugar que había escogido Alain para retransmitir en directo el tránsito hacia su fallecimiento. Pero finalmente Facebook le ha bloqueado esta emisión en directo hasta el 8 de septiembre.
Plenamente capaz en el plano mental pero totalmente dependiente en el físico de cuatro asistentes, Alain Cocq está dispuesto a dar su un último combate. Es esta capacidad mental la que le diferencia del caso de otro francés Vicent Lambert, que estuvo once años en estado vegetativo. Su situación llegó a dividir incluso a su familia. Los médicos apagaron por orden de un tribunal las máquinas que le mantenían con vida el pasado julio decisión recibida con júbilo por los partidarios de la decisión.
Cocq sumará su granito de arena en la lucha por regular la eutanasia en Francia donde el 85 por ciento de la ciudadanía estaría a favor de esta regulación. Mientras su muerte ocurre, no recen, súmense al buen humor de Alain Cocq pero no olviden su mensaje.