El chiste de gordos de Trump y otros 'momentazos' de la cumbre de Singapur
El peso y la salud de Kim Jong-un son un asunto de Estado. Todo lo concerniente a su forma física se guarda celosamente. Si a eso le sumamos que la retórica del régimen de Corea del Norte considera a su 'querido líder' un canon de belleza que roza la perfección, que su estirpe desciende poco menos que de las estrellas y cualquier crítica se considera traición a la patria, no parece que Kim esté acostumbrado a que nadie hable de su preocupante sobrepeso ni aunque sea en broma.
Recordemos que no hace tanto, cuando Kim y Trump eran todavía enemigos y nada hacía presagiar un encuentro tan cordial y distendido como el de Singapur, ambos mandatarios se cruzaron insultos. Kim llamó "viejo" a Trump, que contestó (a golpe de tuit, claro), llamándole "bajito y gordo".
No ha sido el único 'momentazo' de la cumbre. Para la historia queda la presencia de la excéntrica exestrella de la NBA Dennis Rodman, amigo personal del dictador norcoreano, como 'facilitador' del encuentro en Singapur, o su delirante intervención en CNN en la que Rodman rompe a llorar de emoción.
Aunque, probablemente, el momento más surrealista de esta histórica cumbre se produjo cuando la Casa Blanca hizo público el corto que el mismísimo Donald Trump encargó a un estudio de Hollywood, con narración épica y montaje lleno de emoción para que, según sus propias palabras, Kim fuese consciente de la oportunidad histórica que se le presenta. Vean el vídeo porque nosotros no encontramos calificativos. Por si el inglés no está entre sus fuertes, aquí les dejamos un pequeño extracto doblado al español: