En 1915, se hundió un bergantín en el que cerca de una treintena de aventureros británicos, dirigidos por Ernest Shackleton, intentaron convertirse en los primeros en atravesar a pie la Antártida. Pero los hielos atraparon y acabaron hundiendo el Endurance, tras duros meses de aislamiento para la tripulación.
Esta semana, hemos vuelto a verlo gracias a una expedición científica que ha tardado casi dos años en dar con el rompehielos, intacto, a 3.000 metros de profundidad en el mar de Weddell. Un hallazgo tan increíble como la odisea que emprendieron para sobrevivir y volver a casa los expedicionarios al mando de Shackleton.