Jennifer y Estefanía perdieron a su madre a manos de su padre. Después de que se celebrara el juicio por violencia machista, la sentencia declaró en el año 2017 que su padre, el asesino, debía indemnizarlas con 100.000 euros. Como no es solvente, se ha decretado que las niñas hereden la parte de los bienes matrimoniales del padre en forma de indemnización.
Después de haber pagado la plusvalía municipal, y el impuesto de sucesiones de los bienes matrimoniales de su madre, Hacienda les reclama el 8% de los bienes de su padre, porque al no ser una indemnización en metálico hay que tributarlo. Además, ambas se encuentran en una situación económica devastadora después de tener que pagar todos los impuestos por la muerte de su madre.