La octava jornada de guerra ha traído consigo un nuevo desplome de las bolsas europeas. En el caso concreto de España, el IBEX ha caído casi un cuatro por ciento. A las consecuencias económicas ya conocidas desde el inicio de la guerra se suma ahora el éxodo de grandes empresas que han decidido abandonar Rusia.
Son muchas las multinacionales que están tratando de aislar al país. En el sector textil nos encontramos, por ejemplo, el caso de H&M, Asos, Nike o Mango. Todas ellas han decidido cerrar sus tiendas en Rusia. A ellas se suma Ikea, que además de cerrarlas en Rusia también lo ha hecho en Bielorrusia.
En el ámbito del combustible, bp y Shell también han roto todos sus vínculos. Grandes del sector de la automoción han parado el envío de automóviles a Rusia, entre ellos Volkswagen, Ford, Porsche o Jaguar. En el terreno tecnológico, se suman Apple y Siemens, entre otras.
Además, los estrenos en Rusia de muchas empresas audiovisuales también han sido paralizados. Es el caso de Warner Bros, Walt Disney, Sony o Netflix, que también ha cancelado todas las producciones que tiene en Rusia.
Daniel Lacalle, economista, ha analizado las consecuencias que esto puede tener para Rusia: "Claramente es devastador, Rusia es una economía que tiene un peso similar al de España. No es una economía muy fuerte, necesita mucho de la inversión extranjera".
Además, ha destacado también la importancia y repercusión que esto puede tener en el empleo: "Muchas de estas empresas son, además, grandes generadoras no solo de empleo, si no de empleo estable y de alta calidad".