La existencia de reducción del flujo sanguíneo cerebral en pacientes con Alzheimer se conoce desde hace décadas, pero la correlación exacta con la función cognitiva dañada es menos conocida. "La gente probablemente se adapta a la disminución del flujo sanguíneo para no sentirse todo el rato mareada, pero hay pruebas claras de que estos mareos afectan a la función cognitiva", han comentado los expertos.
En este sentido, los científicos, cuyo trabajo ha sido publicado en la revista 'Nature Neuroscience', han observado que la reducción del flujo sanguíneo en el cerebro se produce porque los glóbulos blancos se adhieren al interior de los capilares, los vasos sanguíneos más pequeños del cerebro.
Así, mientras que solo un pequeño porcentaje de capilares experimenta este bloqueo, cada vaso bloqueado conduce a una disminución del flujo sanguíneo en múltiples vasos aguas abajo, lo que aumenta el impacto en el flujo sanguíneo cerebral en general.
"Lo que hemos hecho ha sido identificar el mecanismo celular que causa la reducción del flujo sanguíneo cerebral en los modelos de la enfermedad de Alzheimer, que son los neutrófilos [glóbulos blancos] que se adhieren a los capilares. Hemos demostrado que cuando bloqueamos el mecanismo celular que causa las paradas, obtenemos un mejor flujo sanguíneo y, junto a ese flujo sanguíneo mejorado, se produce la restauración inmediata del rendimiento cognitivo de las tareas de memoria espacial y de trabajo", han explicado los investigadores.
El equipo ha identificado aproximadamente 20 medicamentos, muchos de los cuales ya están aprobados por la Agencia Americana del Medicamento (FDA, por sus siglas en inglés) para uso humano, los cuales tienen potencial en el tratamiento de la demencia. De hecho, ahora están evaluando estos medicamentos en ratones con Alzheimer.