Los expertos dicen que forma parte del proceso normal de erupción, pero lo cierto es que el volcán de La Palma no da signo ninguno de debilitarse, más bien al contrario. Este viernes se abría una nueva boca tras unos dias en los que la lava está fluyendo mucho mas líquida y destruyendo a más velocidad nuevas zonas que estaban hasta ahora a salvo.
Son ya 1.800 las edificaciones sepultadas por el magma del volcán y 7.000 los evacuados cuando van a cumplirse mañana justo cuatro semanas de erupción. Las últimas horas en la isla están siendo bastante extenuantes. Ese nuevo punto eruptivo localizado este viernes está emitiendo emitiendo muchos gases y mucha ceniza pero no lava. El cono principal, el primigenio, sí está expulsando mucha lava.
Las dos coladas que ahora mismo están arrasando el barrio de La Laguna tienden a confluir, con previsiones de llegar al mar. También según indican los expertos, el proceso eruptivo nuevo que se ha detectado está al sudeste del cono principal y está emitiendo mucho piroclasto. El volcán está siendo muy virulento.
En total, la lava cubre ya una superficie de 732 hectáreas, 52 más en las últimas 24 horas. Aceleración en la que ha influido la nueva boca que se abrió ayer. El proceso eruptivo, además, ha cambiado. Es más efusivo, es decir, hay más lava y menos piroclastos y cenizas. Colada que en muchas zonas alcanza los siete metros de altura, engulléndolo todo.