El precio de los combustibles es el motivo por el que miles de transportistas cumplirán el lunes ya una semana de paro y no hay visos de que termine porque el Gobierno de momento no piensa hablar con la plataforma convocante que no considera representativa. La Policía Nacional y la Guardia Civil han detenido hasta el momento a 34 personas y han denunciado e investigado a otras 353 desde el inicio de la huelga de transporte. Además, ha ofrecido escolta a más de 1.500 convoyes de camiones.
El impacto de sus movilizaciones sí está siendo representativo ya que el domingo han continuado en varias localidades como Jerez, en Cádiz.
“Ya casi se cumple una jornada desde que estos transportistas de Jerez comenzaron en este polígono con los piquetes informativos. De nuevo, una jornada en la que cuentan con el apoyo de sus familiares. Ahora mismo aquí hay unas 40 personas y es que hacen turnos para estar aquí día y noche. La huelga será de momento indefinida hasta que se llegue a algún acuerdo. Entre sus peticiones: no trabajar a pérdidas, que las jubilaciones se produzcan a los 60 años y que en caso de accidente sea considerado accidente laboral”, ha informado Clara Murillo.
En Lebrija, han protestado también los camioneros con una marcha lenta de unos 300 camiones, y dicen que van a seguir hasta ser escuchados.
La situación derivada de esta huelga preocupa de cara a la próxima semana en los mercados de abastos y cadenas de distribución. De momento, aunque se vean algunos supermercados con estantes vacíos, no se puede hablar de desabastecimiento general en España, pero sí de escasez de algunos productos frescos como el pescado azul, las hortalizas y la fruta. También productos lácteos, en parte, por el paro y, en parte, por algunas compras masivas por miedo.
Los dos grandes mercados centrales, Mercamadrid y Mercabarna, resisten, aunque la entrada de transporte se ha reducido entre un 20 y un 30 por ciento en ambos. Los comerciantes advierten de que la situación puede ser crítica en los próximos días si no se toman soluciones.
En A Coruña, el parón del transporte ha impedido la distribución y eso ha provocado que toneladas de pescado fresco se hayan echado a perder tras llevar varios días en las lonjas almacenadas.
“El puerto de A Coruña se ha convertido en un cuello de botella para la distribución de pescado fresco por la presencia de piquetes. Se calcula que en las cámaras frigoríficas de los mayoristas y exportadores se almacenan unas 50 toneladas de pescado fresco. Es producto que han ido adquiriendo esta semana cuando no tenían previsión de que el conflicto de los transportistas se prolongase tanto tiempo. Es un pescado que puede estar en cámaras frigoríficas tres días. Más allá ya no es apto para el consumo, ya no puede congelarse y no es apto para el consumo, ya no puede congelarse y hay que tirarlo”, ha informado Carmen López.
Y la situación podría agravarse ya que “podría ser todavía una cantidad de pescado aún mayor porque está previsto que esta semana entren varios arrastreros de gran sol en este puerto”. “Por eso, los exportadores, los mayoristas y los transportistas están en negociaciones para abrir una especie de corredor, de servicios mínimos, dejar salir algunos de estos camiones con pescado como están haciendo ya con el cereal destinado a las granjas de animales”, ha dicho.
Cabe destacar que este domingo “los barcos están amarrados por descanso, pero mañana comienza ya ese paro que está convocado por la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores, que engloba en toda España a 200 cofradías y a unos 40 000 afiliados, de ellos, 9000 son propietarios de embarcaciones. Este paro se prolongará en principio hasta el miércoles, cuando está previsto que los pescadores se reúnan con el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, pero ya lo ha advertido el presidente de las cofradías Basilio Otero: si de esta reunión no sale una solución, el paro de la flota se convertirá en indefinido”.
En este sentido, desde la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores aseguran que su objetivo no es “desabastecer a la sociedad”. “Se trata de lanzar una reivindicación definitiva para que todo el mundo nos oiga. España nos ha oído, quien no nos ha oído es el Gobierno. Necesitamos que el Gobierno nos escuche”, han reclamado.
También la industria láctea sufre los efectos de la huelga de transporte. De hecho, según informa Andrea Balbín, una gran cadena de supermercados de Asturias ha solicitado la protección de la Guardia Civil para realizar el cargamento de suministros de leche en la central lechera asturiana. Todo ello ante el temor de sufrir posibles piquetes ya que además ambas empresas tienen sus sedes en la zona caliente de los conflictos que han estado aconteciendo a lo largo de esta semana de huelga.
“Se trata de un convoy compuesto por 35 camiones que han sido amparados por medio centenar de efectivos de la Guardia Civil, que también serán acompañados mañana para realizar el debido reparto en los establecimientos y garantizar así el suministro de leche para toda la población asturiana”, ha señalado.