Para poder frenar el avance de la pandemia de coronavirus deberían ser útiles las aplicaciones de rastreo. La que ha lanzado el Gobierno, Radar COVID, tiene ya cuatro millones de descargas. Sin embargo, hay usuarios que se quejan de su operatividad. El objetivo de estas herramientas es avisar a los contactos de un contagiado, pero algunas personas que han intentado usarlas, cuentan que el primer fallo es la falta de información elemental para su funcionamiento por parte de los propios centros de salud y, después, hay retrasos de días y días en los avisos.
En Cataluña aún no funciona, porque esa comunidad ha priorizado su propia aplicación, que ha presentado esta semana. Aseguran que es complementaria con Radar COVID, que sigue sin fecha de activación. En Madrid, la aplicación Radar COVID se ha puesto en marcha esta semana.
La aplicación avisa que has estado más de quince minutos a menos de dos metros de una persona que ha dado positivo en un PCR en las últimas dos semanas. Para garantizar el anonimato, la app asigna a cada usuario un identificador que va variando. Cuando dos móviles con la aplicación se acercan intercambian esos identificadores por bluetooth. Si un usuario da positivo, él introduce voluntariamente esa información en la aplicación y esta avisa a todos los móviles con los que se ha cruzado. La app no te dice quién ha dado positivo, solo avisa de que has corrido un riesgo.