Protestas en Barcelona para salvar a 32 cachorros de beagle que van a ser utilizados en un experimento
Numerosas personas piden liberar a los 32 perros que serán utilizados para un estudio relacionado con medicamentos
La iniciativa es de la Universidad de Barcelona, pero se hará en un laboratorio de Madrid que tiene expedientes abiertos por maltrato animal
Desde la Universidad de Barcelona señalan que estas prácticas a veces son necesarias para el avance de la ciencia
Este 22 de enero es día de movilizaciones contra el sacrificio de más de una treintena de perros tras un estudio científico. Son cachorros de ocho meses de la raza beagley forman parte de un experimento relacionado con medicamentos para la fibrosis. La iniciativa es de la Universidad de Barcelona, aunque se llevará a cabo en Madrid, por parte de un laboratorio que tiene expedientes abiertos por maltrato animal.
Los manifestantes han pedido la suspensión del experimento con los cachorros
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Unos 450 manifestantes, según fuentes municipales, se han concentrado este sábado en la plaza Sant Jaume de Barcelona. En un comunicado, el Partido Animalista Contra el Maltrato Animal, Pacma, entidad convocante, ha cifrado en más de un millar los asistentes al acto y ha solicitado la suspensión de la experimentación como medida cautelar en el procedimiento penal, así como la liberación de los animales.
También ha mandado "junto a 19 partidos políticos internacionales" una carta urgente a la Universidad de Barcelona -la investigación corresponde a una entidad alojada en el Parc Científic, vinculado a la esta universidad- pidiendo la suspensión del experimento.
"Falta de interés e inversión económica en la búsqueda de alternativas"
A su vez, el rectorado de la universidad defendió este martes que la investigación "busca desarrollar cuidados para enfermedades fibróticas y comporta el estudio histopatológico de los órganos" de los cachorros. Además, subrayó que todavía no ha empezado la fase experimental, que tiene previsto iniciarla a medidos de marzo.
Pacma ha reivindicado que los perros no son los únicos sujetos a este tipo de experimentos y lo ha achacado a la "falta de interés e inversión económica en la búsqueda de alternativas a la experimentación con animales".