El volcán de Cumbre Vieja ha pasado una noche - como se puede ver con las impresionantes imágenes termográficas - bien despierto, escupiendo lava. Eso supone que sus coladas sigan creciendo en ancho y largo.
Si echamos un vistazo a las dos fajanas, las dos islas bajas, que ya se han formado, se ve la más grande, que está alimentada por la colada principal, sobre la plataforma costera, el mar y, a no muy lejos, la fajana que ha arrasado las plataneras plantadas sobre la tierra fértil que dejó la anterior erupción, la de 1949.
Lo que ya preocupa a los expertos es la fajana más grande. Por eso la guardia civil desde el mar y los vulcanólogos la vigilan noche y día. ¿Y por qué? Pues porque al principio crecía sobre la plataforma costera existente: hasta ahora construía esta isla baja sobre 25 metros de profundidad. Pero ya la ha rebasado y eso significa, que empezaría a caer al vacío, a un precipicio de unos mil metros. Además, otro dato preocupante es que cada día, por el penacho marino se emiten a la atmósfera más de 43 toneladas de ácido clorhídrico.
El aeropuerto de La Palma ha recuperado la operatividad durante las horas centrales de este sábado, según ha informado Aena, que agrega que prosiguen las labores de limpieza de ceniza procedente del volcán en diferentes zonas del recinto aeroportuario.
No obstante, el gestor aeroportuario ha recomendado a los pasajeros que consulten el estado de su vuelo, puesto que son las aerolíneas las que deben decidir ahora si operan las diferentes conexiones o no.
Por su parte, la nube de ceniza provocada por el volcán Cumbre Vieja, que mañana domingo cumplirá tres semanas activo, se ha orientado hacia el sur, según el último informe del Volcanic Ash Advisory Centres (VAAC) de Toulouse.