Los disturbios de París se saldan con 412 detenidos y más de 300 heridos
Las protestas de los chalecos amarillos convirtieron ayer el centro de París en un campo de Batalla. Era el tercer sábado consecutivo que el colectivo llevaba sus movilizaciones a la capital francesa. A primera hora nada hacía presagiar lo que vendría después. Parecía que la convocatoria perdía fuerza. Había un tercio menos de chalecos que dos fines de semana antes y el cordón policial que blinda los Campos Elíseos se había reforzado para evitar que los manifestantes volviesen a alcanzar el mítico bulevar.
Sin embargo, la de ayer fue, de largo, la jornada más violenta de las movilizaciones que comenzaron para protestas contra la subida del diésel y se han acabado convirtiendo en un movimiento que aglutina todo el descontento con Macron. Un movimiento que según las últimas encuestas cuenta con el apoyo de más del 80% de la población francesa.
El larguísimo sábado parisino se saldó con 412 detenciones y más de 130 heridos. El incidente más grave se produjo aquí. Una de las rejas del jardín de las Tullerías cayó sobre uno de los manifestantes y su situación es crítica.